¿Y si te rompes una pierna hoy? Spoiler: el hospital no es barato…
Vamos a ser honestos: nadie se despierta un martes pensando “hoy voy a contratar un seguro”. Pero… ¿y si ese mismo martes te caes en la bici, te da apendicitis o te toca pagar una resonancia de urgencia?
Los seguros de gastos médicos mayores suenan a cosas de adultos aburridos, pero en realidad son una de las decisiones más inteligentes que puedes tomar por tu yo del futuro. Porque cuando la vida se pone difícil (y eventualmente lo hace), tener un seguro es como tener un “botón de emergencia” que evita que tu cuenta de banco se derrumbe.
En este blog te explico lo básico: ¿qué es, cómo funciona, qué cubre (y qué no), y por qué deberías tener uno aunque aún estés en tus veintitantos?
Spoiler 2: no es tan caro como crees. Sigue leyendo 👇
Piénsalo como una red de seguridad. Este seguro te ayuda a pagar los gastos médicos si te enfermas gravemente o tienes un accidente. Desde la consulta con un especialista hasta cirugías, hospitalización y medicamentos.
Es como tener a un compa que cubre la cuenta cuando todo se sale de control… solo que este compa es una aseguradora y no se va a enojar después. 😉
🧾 Palabras raras que debes entender (pero no son tan complicadas)
Te juro que no necesitas ser abogado para entender esto:
Deducible: Es como la “entrada” que tú pagas. Si tu deducible es de $10,000, tú cubres eso primero y el seguro entra después.
Coaseguro: Es el porcentaje que te toca pagar después del deducible. Ejemplo: si tienes un 10% de coaseguro y los gastos fueron de $100,000, pagas $10,000.
Tope de Coaseguro: Límite máximo que vas a pagar de tu bolsillo por coaseguro. Respiras tranquilo sabiendo que hay un techo.
Suma asegurada: Es lo máximo que cubre el seguro en total. Puede ser desde cientos de miles hasta millones de pesos dependiendo del plan.
👀 ¿Y qué sí cubre?
💉 Hospitalización
🧬 Estudios de laboratorio
💊 Medicinas
🚑 Ambulancias
👩⚕️ Atención especializada
🌎 Incluso urgencias en el extranjero en ciertos planes
🧠 Segunda opinión médica
🤰 Gastos de maternidad (sí, también para futuras mamás jóvenes)
🚫 ¿Y qué no cubre?
Cirugías estéticas tipo “me quiero ver como Barbie”
Tratamientos para adelgazar por vanidad
Odontología que no sea de emergencia
Problemas que ya tenías antes de contratar (a menos que cumplan ciertas condiciones)
💸 ¿Y el precio?
No es gratis, pero tampoco impagable. Hay planes que puedes contratar desde menos de lo que gastas en café cada semana. Además, muchas veces es deducible de impuestos (punto para ti ante el SAT 🧾).
🎯 ¿Entonces, por qué sí vale la pena?
Porque vivir con tranquilidad no tiene precio. Porque un accidente o enfermedad no avisa. Y porque a los 25, aunque te sientas invencible, también puedes enfermarte, lastimarte o simplemente querer estar cubierto si algo pasa.
Contratar tu seguro no es ser paranoico. Es ser inteligente. Es decirle a tu “yo del futuro”: tranquilo, yo me encargo.
Tu salud lo vale. Y tu paz mental, también. 🛡️
